17/3/09

Marchitando....


Puedes regar el amor, y salir la planta maltrecha,
puedes entregarlo abriendo una flor entre la brisa,
sin esperar nada a cambio...

Pero esa flor,
sin mariposas que la liben,
sin abejorros que la ronroneen,
sin miradas que la alimenten...
No es flor...
És, solamente, una sombra...

Regar el amor, no significa que este se sume a la primavera,
y esta, sin él, es un eterno invierno.

Y entonces entiendes que tu flor, aquella que cuidabas con esmero,
quizás se regó demasiado y se ahogó...
y tal vez, sin desearlo... el mismo ahogo la secó.

Y la tierra que la acogia se queda ahora en un inmenso vacio.

Y deshojar margaritas es un azar que se lanza al viento,
y nunca sabes si el último pétalo será el que diga
Te Quiero...

Y cuando se van desvaneciendo las nubes que acompañan al viento...
Me quedo en el inmenso vacio,
de la gente... de mi gente...
de mi misma...

Tal vez es el momento de dejar que la flor se marchite...

1 comentario:

Leni dijo...

Un poema.Una reflexión.Una vivencia.

Yo c reoque es mejor.
Siempre podrán nacer otras.
Por lo menos duele menos.

Precioso
beso